Te invito a que pienses en ti como la persona más importante del mundo. Que te preocupes más por hacer brillar tu personalidad aprovechando los dones que Dios te ha dado. No te preocupes más de aquello en lo que tú no eres experto. En lo que eres bueno , sé el mejor. Esfuérzate con tus talentos naturales. Cuida tu cuerpo con una sana disciplina de vida. Balancea tus alimentos para que tu cuerpo sea saludable. Practica algún deporte, una simple caminata bastará. Tu presencia es importante pero no necesitas cubrirla con costosas prendas de marca. Brilla con los dones que posees. Inténtalo y notarás que es fácil.
Te invito a que administres mejor tus finanzas. "No es rico quien más cosas posee, sino quien menos cosas necesita". La verdadera felicidad consiste en "Querer lo que tenemos y no en tener lo que queramos". Cuando la fortuna en la vida te brinde una ayuda, guarda para cuando no sea así. No lo derroches todo. Las cosas materiales no se consiguen de la noche a la mañana. La vida enseña que los grandes logros se hacen día a día. No permitas que la ambición te desboque hacia actividades que después darán frutos negativos y vendrá el dolor y el arrepentimiento en tu vida.
Te invito a que mejores tus relaciones con tus amigos y personas que te rodean. El convivir en sociedad nos invita a practicar la tolerancia. No hieras a nadie con tus palabras: las palabras son como una telaraña, un arma para los inteligentes y una trampa para los torpes. Apoyémonos en nuestra inteligencia tanto racional como emocional para hacer de nuestro entorno algo placentero y útil. Desarrollemos nuestra inteligencia día a día en actividades constructivas, en aprender algo nuevo, cultivar el hábito de la lectura, aprender manualidades. Aprovecha el tiempo libre y visita a tus vecinos o parientes cercanos.
Te invito a que fortalezcas tu hogar. Si tienes la fortuna de tener tus padres vivos, respétalos, bríndales tu apoyo, cuando eras niño, ellos daban todo por ti. Una familia unida bajo nobles ideales aseguran una sociedad estable y progresista. No interesa que no poseas grandes comodidades en tu hogar, mientras exista la unión familiar, todos los problemas se sobrellevan mejor. Si tus padres son ancianos, hazle placenteros sus últimos días. Respeta sus creencias, ellos las construyeron cuando el mundo era otro, con valores diferentes a los actuales. Recuerda que todos estamos en la fila.
Te invito a que eduques a tus hijos con nuevos valores. Necesitamos que ellos crezcan con la visión de un mundo más humano, equitativo, pacífico y gregario para que participen activamente en el cambio que la humanidad necesita. Busca que tus hijos desarrollen su creatividad hacia asuntos constructivos de la vida y que sus diversiones ayuden a su desarrollo integral, psicomotriz, intelectual y emocional.
Te invito a que valores tu trabajo por humilde que éste sea. Es una invaluable posesión en las cambiantes fortunas del tiempo. Nuestro trabajo usualmente nos proporciona los medios para el pan diario y un vivir decente y cómodo. Si tienes la fortuna de poseer un trabajo con alto rango y prestigio, no menosprecies a los que no lo tienen. Recuerda que no siempre estarás en el trono y algún día saborearás los días amargos. Es loable que aspires a mejorar tu posición, pero nunca lo hagas parándote sobre la cabeza de los demás, si no quieres algún día servir de sostén a otros que lo harán sobre ti. Haz de tu trabajo algo agradable, que no se convierta en un martirio que afecte tu salud física, mental o emocional. Si tienes la fortuna de servir a los demás agradece al Altísimo porque este es un premio que pocos pueden tener. "Ganarás el pan con el sudor de tu frente". Hagamos de este mandato, no un martirio sino una oportunidad de crecimiento.
Te invito a que seas cauto, correcto y precavido en tus negocios. El mundo está lleno de trampas y no todos tienen un corazón limpio como tú. Los negocios y las sociedades han sido factores que han impulsado el desarrollo material del mundo pero también es la mayor fuente de decepciones y engaños. No dejes que te lleve la emoción en estas decisiones. Busca apoyo de expertos en los temas. Escucha consejos. Pide ayuda interior. No arriesgues todo, deja algo de reserva. Sé justo, en un pleito material no solo se pierde plata, también afectos y amistades. Recuerda que hay tres cosas que no regresan : La flecha lanzada, la promesa hecha y el tiempo perdido. Un simple compromiso diario, un compromiso matrimonial, un compromiso empresarial, todas estas cosas hay que cumplirlas.
Te invito a que mires y enfoque tu vida hacia lo trascendental. Muchas veces nos esforzamos y mortificamos por cosas baladíes que no aportan nada en nuestro crecimiento personal. Recuerda que somos pasajeros temporales y que con la muerte no nos llevamos nada. Vivamos cada día como si fuera el último. Preocupémonos por hacer cosas que justifiquen nuestra existencia. Nadie quiere pasar esta vida como un rayo de sol por un cristal. Profundicemos en la razón de nuestro existir y en la importancia de aprovechar esta oportunidad que Dios nos ha dado para evolucionar y este paso por la vida debe dejar huella trascendente, no algo material ya que el tiempo, la lluvia, el viento, el sol pronto lo borrará, algo que muestre que estuvimos aquí, que hicimos algo por la humanidad que al final es algo para nuestro desarrollo personal. El día de nuestra muerte está a la vuelta de la esquina, comienza ya, nunca es tarde.
Te invito a que levantes tu mirada hacia lo superior, que vivas la espiritualidad real. Aspira siempre a grandes ideales; todo aquello que dignifique el espíritu humano. Busca siempre la fuerza de Dios, pero no utilices su imagen como un bastón, mejor sigue sus postulados. Aspira a los conocimientos superiores de la vida. No se requiere ser diplomado universitario para acceder al conocimiento superior. Este es el que te guiará realmente hacia una espiritualidad práctica en la vida, no aquella que se refugia momentáneamente en templos y santuarios y luego es borrada con el codo en la vida cotidiana. No te dejes confundir y seducir por líderes espirituales modernos que aprovechan la sombra de respetables instituciones para llenar sus arcas y su ego. La comunión con tu credo y su real práctica te acercará más a Dios que unas lindas prédicas. Encuéntralo, está tan cerca y tan lejos de ti a veces.
Te invito a que encauces tu vida dentro de una sana disciplina. John Kennedy dijo: "Un hombre debe cumplir plenamente con su deber cualquiera que sean los riesgos que afronte, las consecuencias personales que de tal compromiso se deriven, los obstáculos por vencer y las presiones que se le opongan; esta conducta constituye la única base posible y esencial de toda humana moralidad". Los hombres con disciplina en su vida son los que han dado brillo y progreso a la humanidad. No solo es menester brillar, sino brillar por algo constructivo. Junto a una sana disciplina sé benigno contigo mismo, aprende el poema Desiderata. Que tu disciplina no sacrifique tu salud, tu familia, tus amistades y tu trabajo. Que tu disciplina no sea sólo apegos y caprichos que te conduzcan a la excentricidad. Busca que tu imagen pública esté rodeada por un aura de rectitud y justicia. Busca que ella se perpetúe en el tiempo. Se muere verdaderamente cuando ya ni nos nombran.
Te invito a que te integres al mundo con muchas amistades a quienes brindes amor. Quien posee un verdadero amigo, posee un tesoro. Fraterniza, démonos la oportunidad de practicar nuestra tolerancia. Es el primer paso hacia el amor universal. Salgamos de nuestro ostracismo, vivamos la vida, intercambiemos ideas, aprendamos de todos ya que todos tienen algo que enseñarnos. Dar amor ha sido el común denominador de los grandes hombres que han trasformado a la humanidad en sus diferentes épocas.
Te invito a que de tiempo en tiempo te retires a la soledad y el silencio. Evalúa, rectifica, aprende. ¿Estoy haciendo las cosas bien?. ¿Estoy colaborando a construir un mundo mejor?. ¿Mi conducta, mi influencias y mis sentimientos buscan el bienestar común o solo soy uno egoísta que quiero el mundo para mí?. ¿Soy consciente no sólo de mi urgente necesidad de crecimiento sino también de mi responsabilidad social en este mundo afligido?. Evalúa cómo ha sido tu vida hasta hoy, qué debes cambiar, rectificar. El hombre ha demostrado que también aprende por ensayo y error. Si tu vida da lugar, rectifícala. Propongámonos cambios hacia una vida mas constructiva. En el silencio de nuestro retiro encontraremos la verdadera esencia que está dentro de nosotros. Pidamos ayuda a Dios que habita en lo más profundo de nuestro ser. El Todopoderoso vendrá en tu ayuda siempre.
Autor Desconocido
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