LULU LA GATA LOCA
martes, 3 de agosto de 2010
EL CUENTO LATIF
Latif era el pordiosero mas pobre de la aldea, cada noche dormía en el zaguán de una casa diferente, frente a la plaza central del pueblo.
Cada día se recotaba de un árbol distintos, con la mano es tendida y la mirada perdida en sus pensamientos.....
Cada día comía de la limosna o de los mendrugos que alguna persona caritativa le acercaba, si embargo , a pesar de su aspecto y de la forma forma de pasar los días, Latif era considerado para todos el hombre mas sabio del pueblo, quizás no tanto por su inteligencia, sino por aquello que había vivido.
Una mañana soleada, el Rey en persona apareció en a plaza, rodeado de guardias caminaba entre los puestos de frutas y barajitas buscando nada, riéndose de los mercaderes y de los compradores; casi tropieza con Latif que dormitaba a la sombra de una encina, alguien le comento que estaba frente al mas pobre de su súbditos, pero también frente a uno de los hombres mas respetado por su sabiduría........
El Rey, divertido se acerco al mendigo y le dijo: "Si me contesta una pregunta, te doy una moneda de oro"
Latif lo miro, casi despectivamente y le dijo, "Puede quedarte con tu moneda" Para que la querría yo?
Cual es tu pregunta? El Rey se sintió desafiado por la respuesta y en lugar de una pregunta banal, se despacho con una quistión que hacia día lo angustiaba y que no podía resolver......
Un problema de bienes y recursos que sus analistas no había podido solucionar.......
La respuesta de Latif fue justa y creativa, El Rey se sorprendió; dejo su moneda a los pies del mendigo y siguió su camino por el mercado meditando lo sucedido.
Al día siguiente el rey volvió entre los mercaderes, fue derecho a Latif descansaba, esta vez debajo de un olivar; otra vez el Rey hizo otra pregunta y otra vez Latif le respondió rápida y sabiamente, El Soberano volvió a sorprenderse de tanta lucidez.
Con humilda se quito las sandalias y se sentó en el suelo frente a Latif.
Latif, te necesito, le dijo- "Estoy agobiado por las decisiones que como rey debo tomar, no quiero perjudicar a mi pueblo y tampoco se un mal soberano. Te pido que venga a mi palacio y sea mi asesor.
Te prometo que no te faltara nada, que sera respetado y que podrá partir cuando quiera. Por favor , por compasión, por servicio o por sorpresa, el caso es que Latif, después de pensarlo unos minutos, acepto la propuesta del Rey.
Esa misma tarde, llego Latif al palacio, en donde inmediata mente le fue asignado un lujoso cuarto a escasos doscientos metros de la alcoba real. En la habitación, una tina con esencias y con agua tibia lo esperaba.
Durante las siguientes semanas las consultas se hicieron habituales. Todos los día, en la mañana y en la tarde, el monarca mandaba a llamar a su nuevo asesor, para consultarle sobre los problemas del reino, o sobre sus dudas espirituales, Latif siempre contestaba con claridad y precisión.
El recién llegado se transformo en el interlocutor favorito del Rey, a los tres meses de su estancia ya no había medida, decisión o fallo que el monarca no consultara con su apreciado asesor....
Obviamente esto desencadeno los celos de todos los cortesanos que verían en el mendigo consultor una amenaza para su propia influencia y un perjuicio para sus intereses materiales
Un día todos los demás asesores pidieron audiencia al Rey, muy circunspectos y con grave das le dijeron "Tu amigo Latif, como tu le llama, esta conspirando para derrocar te"
No puede ser, dijo el Rey, "No lo creo", "Puede confirmarlo con tus propios ojos, dijeron todos"- Cada tarde a eso de la cinco, Latif se escabulle del palacio hasta el ala sur y en un cuarto oscuro, se reune a escondida, no sabemos con quien. Le hemos preguntado a donde iba alguna de esas tardes y ha contestado con evasivas. Esa actitud termino de alertarnos sobre su comspiracion.
El Rey se sintió desfraudado y dolido, debía confirmar esa versión.
Esa tarde a la cinco, aguardaba oculto en el recodo de una escalera. Desde allí vio como en efecto Latif llegaba a la puerta, miraba hacia los lados y con la llave que colgaba de su cuello habría la puerta de madera y se escabullía sigilosamente dentro del cuarto.....
Los visteis? gritaron los cortesanos- Los visteis? Seguido de su guardia personal el monarca golpeo la puerta, Quien es? dijo Latif desde adentro. Soy yo, el Rey- dijo el soberano abre me la puerta" Latif, abrió la puerta, no había nadie allí, solo Latif, ninguna puerta secreta, ningún mueble que permitiera ocultar a alguien, solo había en el piso, un plato de madera desgastado, en un rincón una vara de caminante y en el centro de la pieza una túnica raída colgando de un gancho en el techo............
Esta conspirando contra mi Latid pregunto el rey, Como se te ocurre, Majestad? contesto Latif.
De ninguna forma, porque lo haría?
Pero viene aquí cada tarde en secreto, Que es lo que busca, si no te ve con nadie. Para que viene a este cuchitril a escondida?
Latif sonrió y se acerco a la túnica ratosa que pendería del techo. La acaricio y le dijo al Rey,
Hace solo 6 meses cuando llegue, lo único que tenia era esta túnica ,este plato y esta vara de madera, dijo Latif, ahora me siento tan comodo con ropa que visto, es tan confortable la cama en la que duermo, es tan halagador el respeto que me da y tan facinante el poder que regala mi lugar a tu lado, que vengo cada día para estar seguro de no olvidarme de Quien Soy y de Donde Vine......
Jorge Bucay
Moraleja: nunca debemos olvidar quienes somos, ni de donde vinimos.........La reflexion o la enseñanza de este relato lo dejo a discreción de cada uno de los lectores.......................
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